martes, 11 de noviembre de 2014
Futuro lleno de horror.
Estoy asustada. Muy asustada y confundida. Son esos días de lluvia y nubes en los que siento que soy más débil y vulnerable que nunca. Esos días en los que trago saliva una y otra vez porque mi propio presente y futuro me asusta. Me aterroriza… Es como una mala sensación que me acongoja, que me electrifica, me hace sentir escalofríos y hace que se me erice la piel. Y aturde mi mente más de lo habitual. Es como que voy asimilando poco a poco lo que sé que ocurrirá conforme pase el tiempo. Saber que me voy a sentir más sola de lo que ya me siento me da mucho miedo. Porque ahora mismo siento que no tengo nada. Que solo lo tengo a él… ¿Y si se va? ¿Y si desaparece de la nada? No sería la primera vez que siento que tengo a alguien y de repente no está. Que, en un momento, desaparece y se evapora; y da igual cuanto tiempo hayas estado, cuanto hayas sentido y cómo de intenso haya sido todo, porque todo se va y no vuelve…
Tengo miedo de que ocurra lo mismo, y quedarme total y completamente sola. Porque ahora mismo él es mi todo, y es parte importante de mi y de mi vida. Y qué, me guste más o menos, las cosas están cambiando, para bien o para mal me es indiferente; la cuestión es que cambian. Recuerdo una frase de una película que decía…”Debemos estar preparados para infinitas olas de cambio”… Irrevocable cambio. Pues no, no estoy preparada. Para nada. Todo es más duro de lo que uno cree que va a ser. Pero queramos o no, los cambios vienen a consecuencia de nuestras decisiones y acciones. Por lo que, no me queda otra que hacer de tripas corazón, respirar profundo y echar hacia delante. Sacar todo mi carácter y valor. Qué por muy asustada que esté mi futuro depende tan solo de mí; así que dejarlo en manos del azar o de lo que sea que mueva el mundo, es innecesario y estúpido. Y sí, vendrán días malos… ¿Qué estoy diciendo? Siendo claros, días de mierda, absoluta y pura mierda. Días en los que seré insoportable, terca, estúpida, inaguantable… Días en los que seré la palabra “asco” personificada; tan solo debido al hecho de que es la única manera de no mostrar mi debilidad y mis ganas de llorar y darme por vencida… Pero también habrán días buenos. Como en todo, lo bueno y lo malo, el ying y el yang… Lo importante es hacer destacar mucho más los días buenos sobre los malos, que pesen más las risas que las lágrimas; sea como sea. Y tener claro que rendirse siempre será única y exclusivamente la última de las últimas opciones.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)