Y es que a veces la vida da tantas vueltas… Giros inesperados. Cambios imprevistos. Pero al fin y al cabo no siempre tienen que ser a mal. Una metamorfosis hacia algo mejor, bueno, que sienta bien. Una transformación. Un nuevo sentimiento. Innovaciones en mi cabeza… Una tierna manera de desviar el dolor. Y me gusta. Me hace sentir viva. Un nuevo motivo por el que sonreír, algo que no paro de hacer como una idiota… Un porqué al por qué levantarme cada día, cada mañana. Un impulso a querer hacer todo bien. Una razón para llorar de alegría… Y es que, ¿sabes qué?
Tú eres mi metamorfosis.