Miedo

Y, ¿cómo explicar lo que siento? No es impotencia; tampoco tristeza. Y ni por asomo es amor. Solo siento una presión en el pecho y un remolino de ideas en mi cabeza. No te quiero, ni siquiera creo que me gustes en serio; pero hablar todo esto me ha abierto los ojos, me ha hecho ver que te hice daño tratándote como no tenía que haberlo hecho. Siento nostalgia, y… esa típica sonrisa de idiota que se dibuja en mi cara al recordar nuestras tonterías, aunque fueron pocas pero supongo que me marcaron. Solo soy una cobarde que no encuentra la manera de enfrentarse a todo aquello que evadió. Solo soy una idiota que quiere aclararlo todo arriesgándose a perderlo todo.
Enserio, pensar es malo. Y me va a explotar la cabeza. Tengo miedo de arriesgarme a algo que no debo, pero… también tengo miedo a que si no lo aclaro ahora me odies, me tengas como una cobarde… Y sobre todo tengo miedo a que te enamores de alguien que no merece la pena como yo. Alguien que sabe que tarde o temprano todo va a acabar y alguien que sabe que, no sabe de qué manera ni cuando, pero acabará haciéndote daño…
Tengo ganas de llorar. Son demasiados sentimientos contrarios, y a veces no es fácil luchar contra lo que uno quiere, porque aunque quiera no debe; no puede. Joder…tengo miedo.

Cosas que quise haber dicho

Me pregunto tantas cosas; y a la vez, me gustaría no darle tanta vuelta a cosas pasadas, me gustaría dejar de remover mis recuerdos una y otra vez. Pero todos sabemos que, a veces, es complicado…

Me pregunto tantas cosas, ¿Y qué hubiera pasado? ¿Y si era el adecuado? ¿Y si…? ¿Y si…?
Y te das cuenta que una tontería, una palabra, una canción, un poema, una historia, una película, o simplemente una persona puede hacerte recordar tantas cosas, tantos momentos de felicidad que se clavan como agujas en cada rinconcito de tu ser, haciéndote recordar esa presión en el pecho y esas lágrimas derramadas que no sirvieron de nada…

Y esas veces que descubres cosas que creías olvidadas. Y esos momentos de reflexión en los que te das cuenta lo estúpida que eres. Cosas que quisiste haber dicho y callé, cosas que no debería haber dicho y otras que no salieron.

Y al fin y al cabo no sirve de nada pensar en todo lo hecho, en todo lo dicho y en los errores cometidos…

Negativa

Dolida. Decepcionada. Harta. Histérica. Triste. Débil. Impotente. Rabiosa. Frustrada. Confundida. Desesperada. Defraudada. Desilusionada. Trastornada. Nerviosa. Susceptible. Frágil. Fracasada. Complicada. Desconfiada. Inexperta. Incapaz.
Sentimientos negativos que corroen por una persona positiva. Ganas enfermizas de mandarlo todo a la mierda; ganas enfermizas de dejar de ser. Imágenes, palabras, frases, planes, sonrisas, lágrimas, recuerdos al fin y al cabo que vienen a la mente y se reflejan en las pupilas temblorosas de los ojos húmedos de una persona positiva.

Esa persona positiva que ahora ya no lo es: yo.

Abismo.

Supongo que las cosas son así, que la vida no es fácil, es complicada; que una tiene que luchar por lo que quiere ser, por lo que quiere conseguir, por aquello que ama. Pero a veces las cosas se lían demasiado, todo se vuelve más difícil y te abordas a ese remolino, a ese agujero negro que te absorbe, a ese abismo que llamamos vida.

Oportunidades...

Tan solo eso... oportunidad, esta oportunidad... Cambiar... Madurar... Crecer...